El día de mañana

Santiago 4: 13 al 17 – “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad… cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece…”

Hoy quiero que reflexionemos por un momento en algo que a menudo damos por sentado: el mañana.

¿Cuántas veces hacemos planes con seguridad, como si tuviéramos el control total de nuestros días? Decimos: “Mañana haré esto, la semana que viene aquello…” y en esa rutina, olvidamos lo más importante: consultar a nuestro Dios.

Qué palabras tan sabias y reales las de Santiago 4:13-17 estas nos confrontan con ternura pero con firmeza ¿verdad?. Nuestra vida, nuestra agenda, nuestros sueños… todo es tan frágil como la neblina de la mañana. Y sin embargo, actuamos como si tuviéramos todo bajo control, como si fuéramos dueños absolutos de nuestro tiempo.

A veces, incluso los que amamos al Señor de corazón caemos en este error. En casa, en el trabajo, en la misma iglesia, organizamos nuestras vidas como si Dios no tuviera nada que decir. Pero el Salmo 39:6 nos recuerda:

“Ciertamente como una sombra es el hombre… en vano se afana…”

No se trata de que planificar esté mal. El problema es hacerlo sin Dios. El Señor no nos reprende por organizarnos, sino por dejarlo fuera de la ecuación. Cuando tomamos decisiones sin orar, cuando soñamos sin consultar Su Palabra, estamos confiando más en nuestras fuerzas que en Su perfecta voluntad.

Isaías 55:8-9 nos recuerda que los pensamientos del Señor no son como los nuestros. ¡Son más altos, más sabios, más amorosos! Por eso, como hijos e hijas de Dios, deberíamos decir cada día: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”.

Planifica, sí. Sueña, sí. Pero hazlo de la mano de Dios. Porque solo en Su voluntad encontramos caminos rectos, paz verdadera y propósitos eternos. Como dice Romanos 12:2, Su voluntad es buena, agradable y perfecta. No hay plan humano que la supere.

Y si alguna vez dudas, recuerda Filipenses 2:13:

“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”

Hoy te invito a que pongas tu agenda sobre el altar. Ora antes de decidir. Consulta antes de avanzar. Confía antes de actuar. Porque el mañana no es nuestro… pero sí lo es Aquel que sostiene el universo y también tu corazón.

Dios te bendiga,

Coronela Evangelina Costen de Fernandez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »