División de Costa Rica
El pasado domingo 6 de julio, tuvimos el privilegio de visitar el Cuerpo de Liberia en la hermosa División de Costa Rica.
Fue una experiencia verdaderamente edificante compartir con esta congregación fiel y llena de fervor. Participamos en la reunión pública de Santidad y en un encuentro unido con los Ministerios Femeninos, dirigidos por los Capitanes Ricaurte y Vilma Velasquez.
¡Qué bendición fue conocer a cada uno de los Salvacionistas y amigos del Ejército! Su testimonio, su calidez y su amor por Dios nos llenaron de gozo. Nos sentimos profundamente inspirados por su fe y compromiso. Pudimos enrolar una Soldada y una Oficial Local para los Ministerios Femeninos… toda la gloria sea a Dios.
Durante el mensaje compartido, hablamos de una verdad vital para todo creyente: El fuego del Espíritu Santo sigue ardiendo hoy dentro de nosotros, pero también reconocimos que ese fuego puede disminuir si no lo cuidamos. Las distracciones, el desánimo, la rutina o incluso el pecado pueden apagar lentamente lo que Dios ha encendido. La Palabra de Dios nos recuerda con claridad:
“Aviva el fuego del don de Dios que está en ti” (2 Timoteo 1:6)
“No apaguéis al Espíritu” (1 Tesalonicenses 5:19)
Este fue el mensaje que compartimos: una llamada urgente a mantener el fuego encendido, y aquí queremos recordarte tres formas prácticas para hacerlo:
1. Obedece a Su Voz – No lo ignores. Cada vez que el Espíritu Santo te impulsa a orar, servir o hablar con alguien… y no lo haces, el fuego pierde fuerza. La obediencia es leña fresca para el fuego espiritual. No apaguemos Su voz con excusas o temores. Obedece con fe y verás Su poder en acción.
2. Aviva tu Don – No lo descuides. Dios ha depositado un don en ti, algo valioso para bendecir a otros y glorificar Su nombre. Pero si no lo usas, ese don se enfría, como una guitarra olvidada que pierde su afinación. Leer la Palabra, congregarte, servir y orar mantienen viva la llama. Tu llamado no se cancela, pero sí puede dormirse. ¡Despiértalo!
3. Vive en Santidad – No entristezcas al Espíritu. El Espíritu Santo es sensible. No puede habitar donde hay mentira, resentimiento, egoísmo o doble vida. Imagina una paloma sobre tu hombro: cada actitud tuya puede atraerla… o alejarla. La santidad no es perfección, es rendición. Es crear un ambiente donde el Espíritu se siente bienvenido.
Reflexión final: ¿Has estado echando agua al fuego con tu indiferencia o rutina espiritual? Hoy es el día para volver al altar, humillarte ante Dios y decirle: Espíritu Santo, no quiero apagarte. Quiero que ardas dentro de mí.
“El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.” (Levítico 6:13)
Oremos juntos: Señor, perdóname por haber ignorado tu voz o descuidado mi llamado. Aviva tu fuego en mi vida. Hazme sensible a tu presencia. No quiero vivir sin tu dirección. En el nombre de Jesús, amén.
Una palabra de gratitud y bendición
Oramos con gratitud por la vida de los Capitanes Velásquez, quienes regresarán próximamente a su Territorio de Origen en Canadá. Que el Señor les acompañe en esta nueva etapa y los use poderosamente dondequiera que vayan. Y a la amada congregación de Liberia, les animamos a seguir firmes, apasionados por Cristo y fieles a su pacto. ¡El fuego de Dios está en ustedes! No lo apaguen, ¡avívenlo cada día!
Dios bendiga al Ejército de Salvación en Costa Rica. Dios bendiga al Cuerpo de Liberia.
Con cariño en Cristo,
Coroneles Evangelina y Leonardo Fernández