Mateo 11:28 Vengan a mí todas ustedes que están cansadas y agobiadas, y yo les daré descanso.
¿Sientes que el año recién empieza y ya te pesa? La rutina, las preocupaciones, los desafíos diarios… A veces todo parece demasiado. Nos levantamos cada día con mil cosas en la cabeza: la familia, la salud, el trabajo, la casa, los problemas que parecen no tener solución… Y, sin darnos cuenta, vamos acumulando preocupaciones que no nos dejan en paz.
Hoy quiero recordarte algo: no tienes que cargar todo sola. Jesús mismo nos hace una invitación clara y amorosa en Mateo 11:28.
¡Qué alivio! Él no te pide que tengas todo resuelto, que seas fuerte siempre o que no muestres cansancio. Solo te pide que vayas a Él. Ahora bien, quizás pienses: “Sí, lo he intentado, pero sigo sintiéndome igual. Mis problemas no desaparecen.” Es cierto, Dios no promete que la vida será fácil, pero sí promete estar contigo en cada batalla.
El Salmo 55:22 nos dice: “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.”
Cuando compartimos nuestras preocupaciones con alguien en quien confiamos, nos sentimos más aliviadas, ¿verdad? Cuánto más si entregamos esas cargas a Dios. Él nos sostiene, nos fortalece, nos da paz en medio de la tormenta.
Pero a veces nos aferramos tanto a nuestros problemas que no los soltamos ni siquiera en oración. Pensamos: ”¿Y si Dios no me responde? ¿Y si esto nunca cambia?” Pero la Palabra nos recuerda algo poderoso: “Todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.” (Mateo 7:8) Dios no es deudor de nadie. Siempre está obrando, aunque no lo veamos.
Puede que hoy no entiendas el propósito de lo que estás viviendo, pero Él sigue moviéndose a tu favor. Estamos llegando al tercer mes del año… Quizás iniciaste con muchos sueños, pero ahora te sientes agotada, desanimada. No te rindas. No dejes que el cansancio y las preocupaciones te roben la paz.
Jesús dijo: “Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.” (Mateo 11:29-30)
Eso significa que si caminas con Jesús, Él llevará lo más pesado. No tienes que hacerlo sola. Hoy es un buen día para tomar una decisión: soltar, confiar y descansar en Dios. ¿Te animas?
Dios te bendiga,
Coronela Evangelina Costen de Fernandez
Muy bueno, Dlb
Muchas gracias mi deseo siempre es caminar con Jesús y ser obediente cada día.
Palabras correctas para mi vida en este momento.