En el Camino

“Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.”
— 1 Tesalonicenses 5:24

A lo largo de los años, el Señor me ha permitido servir en distintos países y Territorios a través del ministerio en el Ejército de Salvación. En ese peregrinaje, he aprendido profundas lecciones que no solo han moldeado mi labor como una Oficial, sino también mi vida como mamá, esposa y amiga.

Hoy quiero compartir contigo «diez puntos clave» que, con la ayuda del Espíritu Santo, pueden ser una guía en tu caminar como seguidora de Cristo.

1. Todo comienza con la intimidad con Dios

No hay atajos. Ninguna estrategia, programa o talento puede reemplazar una vida llena del Espíritu Santo. Podemos funcionar externamente por un tiempo, pero sin una conexión profunda con Dios, nuestros esfuerzos carecen de poder eterno así que todo lo que hacemos es transitorio y limitado. Lo que ofrecemos a otros debe fluir de lo que hemos recibido en la intimidad con el Padre y sus efectos serán permanentes.

2. Nuestra debilidad es el escenario perfecto para Su poder

Dios no necesita que seamos fuertes, sino disponibles. Nuestra debilidad no lo limita, más bien lo glorifica. Como dice Pablo: “Cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2 Corintios 12:10). Él obra poderosamente en vasos frágiles; y les confieso que Dios ha obrado con más fuerza y más poder cuando después de intentar con mis fuerzas recurrí a Él.

3. La presión nos transforma a la imagen de Cristo

Las pruebas son herramientas en las manos del Alfarero. En los momentos del Mar Rojo, cuando todo parece imposible, Dios abre caminos, moldea el carácter y fortalece la fe. La presión santifica, si permitimos que nos acerque más a Él; no veas a las presiones como situaciones que te desbordan, mejor úsalas como oportunidades.

4. Las cosas pequeñas tienen un valor eterno

No hay tarea insignificante en el Reino. Cada servicio, cada gesto, cada oración cuenta. Dios valora la fidelidad en lo poco, y en Su economía, todo suma para Su gloria. Y recordemos: en el cuerpo de Cristo no hay jugadores pequeños. Cuántos testimonios tengo de pequeñas acciones que representaron grandes bendiciones; Dios en sus manos hace milagro con poco; cinco panes y dos peces son suficientes.

5. No se trata de nosotros

Vivimos en un mundo que idolatra los resultados, pero en el Reino, el éxito se mide por obediencia, no por números. Nuestro llamado es vivir para Su gloria y para el bien de los demás, confiando que Su gracia transforma vidas más allá de lo visible. Entonces no te preocupes por los números y el que dirán, Dios sabe de tus esfuerzos.

6. El ministerio requiere sacrificio

El llamado no es a la comodidad, sino a la cruz. Servir a Cristo implica llevar cargas, soportar presiones y perseverar aun cuando sea difícil. Pero vale la pena. Cada lágrima, cada esfuerzo, cada entrega tiene un peso eterno de gloria. Hay un galardón, hay mérito, Dios es fiel.

7. Nos necesitamos unos a otros

Nadie camina solo. Dios nos diseñó para la comunidad y la familia. El apoyo, la oración y el aliento de hermanos en la fe son parte del combustible que necesitamos para seguir adelante. Somos un cuerpo, y cada parte es vital, cuando una parte se duele todo el cuerpo lo hace. Un mensaje de texto muchas veces ha sido medicina para el alma.

8. La Palabra de Dios libera y transforma

Hemos visto cómo la verdad del Evangelio rompe cadenas, sana corazones y renueva la mente. La Biblia no es solo un libro: es Palabra viva y eficaz. Confiemos en su poder para nuestras vidas y para ministrar a otros. Por eso te pido que cobres ánimo y leas la Palabra de Dios todos los días, aunque no tengas ganas de leer debes alimentarte cada día.

9. La fidelidad de Dios nunca falla

Él ha sido fiel, es fiel y lo será. En cada etapa, su provisión ha llegado justo a tiempo. Cuando mires hacia atrás y veas cómo Él ha sostenido tu vida, sabrás que puedes confiar en Él para lo que viene. Las pruebas son oportunidades para que recuerdes que Dios sigue a tu lado. ¡Confía!

10. Su gracia lo abarca todo

La gracia de Dios no solo nos salva: nos sostiene, nos transforma, nos empodera. Vivimos por gracia, y cada paso que damos es gracias a Cristo. Cuando somos conscientes de eso, descansamos y caminamos con gozo. Acepta su gracia sin condiciones, entrégate a Cristo y nada quedará fuera de su control.

Querida hermana este camino no es fácil, pero no estamos solas. Ten presente estos diez puntos claves y recuerda que Cristo va delante de nosotras, Su Espíritu nos guía y Su gracia nos rodea. Te animo a vivir estas verdades, no solo como ideas, sino como principios encarnados en tu día a día. Dios es fiel. Lo que Él comenzó, lo perfeccionará.

Dios te bendiga,

Coronela Evangelina Costen de Fernandez

One thought on “En el Camino

  1. Excelente reflexión!!
    Vivir siempre para glorificar a nuestro Dios y con las manos extendidas para bendecir al más necesitado.
    Bendiciones para todos..

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