Otra mañana

«Crea en mí, oh, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.» Salmo 51:10

Cada mañana es un regalo de Dios, una nueva oportunidad para comenzar de nuevo. El amanecer nos recuerda que Su gracia nunca se agota y que podemos acercarnos a Él con un corazón dispuesto a ser transformado.

Estas palabras fueron la súplica del rey David después de reconocer su pecado con Betsabé. Él entendió que no bastaba con un simple remordimiento, sino que necesitaba una renovación espiritual genuina: un corazón limpio y un espíritu recto para caminar de nuevo en obediencia a Dios.

Esa misma invitación está disponible para ti y para mí. La renovación comienza cuando dedicamos cada mañana un tiempo para conectarnos con nuestro Padre Celestial a través de la oración y la lectura de Su Palabra. Jesús mismo buscaba momentos de silencio para estar a solas con el Padre, dándonos ejemplo de la importancia de empezar el día en intimidad con Dios.

En Mateo 6:33 encontramos una promesa y un desafío «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.»

La renovación diaria no es simplemente cumplir con un ritual religioso, sino entregar nuestras cargas, pecados y temores al Señor, confiando plenamente en Su perdón y en Su amor. Cuando alineamos nuestra vida con Dios, Él transforma nuestra manera de pensar y nos acerca más a Su corazón.

El apóstol Pablo también lo afirma en 2 Corintios 4:16 «Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.»

La verdadera renovación ocurre dentro de nosotros. Aunque enfrentemos dificultades, Dios nos fortalece y nos da la capacidad de vivir conforme a Su voluntad, con la confianza de que Su gracia se renueva cada día.

Hoy quiero invitarte a que no dejes pasar la oportunidad de buscar esa renovación. Toma un tiempo para orar, abre la Biblia y permite que el Espíritu Santo hable a tu corazón. Pídele que renueve tu mente, que te muestre en qué áreas necesitas cambiar y que te ayude a desarrollar un carácter cada vez más parecido al de Cristo.

La transformación es un proceso continuo, pero si cada día decides acercarte a Dios, Su verdad moldeará tu vida y experimentarás una plenitud que solo Él puede dar.

¿Estás dispuesto a entregar cada área de tu vida a Dios para que la transforme? ¡Hoy puedes comenzar de nuevo!.

Dios te bendiga,

Coronela Evangelina Costen de Fernandez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »